En los albores de la Revolución Industrial, allá por 1760, los operarios se enfrentaban a la ardua tarea de solucionar y reparar máquinas únicamente cuando surgían problemas evidentes.
Sin embargo, a medida que la innovación tecnológica se apoderaba de la industria, se incrementó la productividad (mal entendida como más piezas/h), provocando la necesidad de la capacitación para solucionar averías y realizar mantenimientos.
El nacimiento de los departamentos de Mantenimiento
Este aumento en la productividad generó la necesidad de crear departamentos especializados en Mantenimiento, encargados de abordar las averías y asegurar la continuidad de la producción. Estaban definidos como un servicio a la producción, ajenos a las exigencias productivas e integrados por personal capacitado sin conexión con la producción.
Estos departamentos, en sus primeros días, pasan a dedicarse casi exclusivamente a solucionar los fallos producidos en las máquinas.
El surgimiento del Mantenimiento Predictivo
En ese contexto, el foco principal del Mantenimiento se centraba en la resolución de fallos una vez que ya habían ocurrido. Sin embargo, con el tiempo, surgió la noción de «Fiabilidad», que buscaba no solo solucionar fallas sino también prevenirlas activamente.
De esta evolución nacieron enfoques como el Mantenimiento Preventivo, el Mantenimiento Predictivo y el Mantenimiento Proactivo. También se introdujo el concepto de Mantenimiento Centrado en la Confiabilidad (RCM, por sus siglas en inglés), que se basa en el análisis de modos de fallo, modelos matemáticos de predicción y tecnología de detección.
En los años 90, volvió con fuerza el modelo inicial, influenciado por le enfoque de fabricación japonés: Los operarios asumieron responsabilidades clave en tareas básicas de Mantenimiento, como limpieza, lubricación y ajustes, dando lugar al Mantenimiento Total de la Producción (TPM). Este enfoque, junto con el RCM, se volvió complementario y esencial para un enfoque de Mantenimiento enfocado en la predicción y la garantía de la fiabilidad.
La importancia de la monitorización
En este nuevo modelo de gestión del Mantenimiento, la medición de puntos críticos y su monitorización en tiempo real se convierten en factores clave para el éxito en la predicción de fallas.
A día de hoy, muchas empresas aún carecen de un modelo de Mantenimiento definido, y las urgencias en las reparaciones suelen dictar la pauta en los departamentos de Mantenimiento, lo que afecta negativamente a los procesos productivos y a la empresa en su conjunto.
La propuesta de Alcautech
Es en este contexto que Alcautech entra en acción, operando transversalmente en las organizaciones. Partiendo de la captación fiable de datos críticos de los procesos y su posterior monitorización en tiempo real, Alcautech permite un cambio radical en la percepción del Mantenimiento, transformándolo en un aliado verdadero de la Producción.
¿Quieres ver cómo hacemos realidad el mantenimiento predictivo?
Sólo tienes que contactarnos y empezaremos a captar los datos sensibles de tus procesos para hacerlos más fiables y eficientes!
Comunícate con nosotros para comenzar tu viaje hacia la excelencia operativa, mejorar tu OEE y ser más competitivo. ¡Estamos aquí para acompañarte en cada paso!
Te escuchamos.
«Lo que no se Mide no se Controla.»